Bahía de Mazzaro
La información que poseemos sobre la familia de Julio Mazarino no nos permite remontarnos mucho en el pasado. El padre, Pietro Mazzarino o Mazzarini, era siciliano. Algunos biógrafos suponen que nació en Palermo, y otros en un lugar llamado Mazzaro, del que habría tomado el nombre. Todos coinciden en señalar que era de origen humilde, si bien uno de sus tíos era un conocido predicador que lo llevó a Roma. Allí le hizo cursar estudios de literatura, filosofía y Derecho.
Pietro Mazzarino entró al servicio de los Colonna, una de las dinastías romanas más ilustres. Los Colonna fueron cardenales, embajadores, condotieros. Orgullosos y temerarios, habían adquirido inmensos bienes, siempre guerreando y tratando de igual a igual a reyes y papas. Felipe Colonna, a cuyo servicio entró Pietro, era gran condestable del reino de Nápoles.
El joven siciliano pronto quedó encargado del gobierno de muchas de sus propiedades, pero además Felipe honró a Pietro con su afecto, encargándole con frecuencia delicadas misiones relacionadas, sobre todo, con las reivindicaciones populares y la resistencia al pago de impuestos. Lo casó con una de sus ahijadas, Hortensia Bufalini, una hermosa joven de buenas cualidades, y, además, miembro de una familia auténticamente noble. Uno de los hermanos de Hortensia era comendador de Malta, título que implicaba una nobleza comprobada en 16 cuarteles.
Palazzo Colonna
Esta unión resultó dichosa y colocó a Pietro en un plano muy superior al de sus comienzos. La ascensión iba a continuar mediante los matrimonios de sus hijas. Tuvo cuatro, y dos hijos. El pequeño, Miguel, se ordenó de sacerdote y llegó a cardenal y virrey de Cataluña. El mayor era Julio.
Julio Mazarino nació el 14 de julio de 1602 en la abadía de Pescina, en los Abruzzos, adonde su madre había ido a pasar los últimos meses de embarazo. Era el día de San Buenaventura, señal de buen augurio. Se decía, además, que su primer sonido había sido una carcajada, y más aún: decían que había nacido peinado y con dos dientes.
La joven madre pasó allí poco tiempo, y luego regresó a Roma con el niño. La familia, sin ser muy acaudalada, gozaba de una buena posición que les permitía alentar altas ambiciones para su hijo, que desde los primeros años mostró gran brillo intelectual, mucho encanto, precocidad y capacidad de seducción. Las primeras enseñanzas se las dio su madre, mujer piadosa que “hubiera querido que él también lo fuese”. Con apenas cinco años recitaba con vivacidad los sermones, haciendo gala de una excelente memoria.
Hacia los siete años lo enviaron al Colegio Romano, en el que los jesuitas impartían una educación religiosa y liberal a la vez. Los hijos del condestable estudiaban en el mismo centro, y pronto se estableció una camaradería al margen de jerarquías sociales. Mazarino fue un magnífico estudiante, mimado por sus maestros y admirado por sus compañeros.
Colegio Romano
Era alegre, irradiaba pasión por la vida, cualidades que lo hacían simpático a todo el mundo. Los jesuitas utilizaron todo su poder de convicción para alistarlo en sus filas, pero el muchacho no se sentía atraído en absoluto por la vida religiosa. Amaba la libertad, el juego, el mundo, la conversación con las mujeres hermosas. Dotado de un temperamento ardiente y aventurero, no tenía intención de renunciar a todos los goces que la vida comenzaba a abrir para él.
Terminados sus estudios, entre los 16 y los 17 años, no vivió más que para el placer. Jugaba, y casi siempre con extraordinaria suerte. Pero nada más lejos de su pensamiento que la idea de ahorrar. No jugaba por amontonar dinero, sino “por la embriaguez del combate y la plenitud de la victoria”. Llevaba las vestiduras más fastuosas, los diamantes más puros. Y cuando la suerte le era esquiva, todo el mundo se admiraba de su impasibilidad. Una de sus frases favoritas era: “Un verdadero jugador recoge los escudos con una pala… Un hombre verdaderamente magnífico tiene por tesorero al cielo”. Sin embargo, un día nefasto hubo de empeñar sus ropas, sus joyas e incluso sus medias. Volvió a la partida, puso sobre el tapete cuanto le habían dado y volvió a ganar todo lo perdido.
Esta pasión por el juego preocupaba a sus padres. Una vez más el condestable les sacó entonces del apuro y, para tratar de enderezar los pasos de Julio, lo envió a España con su hijo Jerónimo, quien, destinado a la Iglesia, iba a estudiar Derecho canónico en la Universidad de Alcalá de Henares y diplomacia en la corte de Madrid. Jerónimo trató siempre de igual a igual a su amigo, que sacó más beneficio que él de aquel viaje: hizo con más provecho los mismos estudios, aprendió en tres años a hablar español perfectamente y se inició en todas las intrigas religiosas y políticas que tenían su centro en Madrid.
Universidad de Alcalá de Henares
Una aventura amorosa hizo que Mazarino abandonara España. No habiendo renunciado a su diversión favorita, jugaba como había jugado en Roma. En una racha de mala suerte pidió prestado dinero a un español apellidado Nodaro, al que inspiró una viva amistad, hasta el punto de que el caballero le presentó a su hija, una joven muy bella, con la esperanza de casarlos. Los dos jóvenes se enamoraron, y Mazarino fue a pedirle a Jerónimo permiso para contraer matrimonio. A Jerónimo aquella apresurada unión le pareció peligrosa. No encontraba razonable casarse a los 20 años y renunciar tal vez a un porvenir brillante por una satisfacción pasajera. Pero no quiso revelarle su disconformidad, sino que prefirió fingir que aprobaba su decisión mientras le rogaba que antes aceptara una misión de capital importancia. Debía partir de inmediato a Roma llevando al condestable una carta que no podía confiarse a cualquier correo, y en cuanto regresara tendría lugar la ceremonia.
Mazarino emprendió el viaje sin saber que estaba siendo engañado. La misiva que portaba era en realidad el relato de su aventura con aquella joven, y el deseo de que el galán no volviera a Madrid. El condestable leyó la carta, sermoneó a Mazarino y le prohibió marcharse de nuevo.
Julio se dedicó entonces a reanudar sus estudios y, tras aprobar su tesis, alcanzó el grado de doctor in utroque jure. Esto podría permitirle obtener un buen cargo en la judicatura o en la administración, e incluso llegar a ser profesor de Derecho, pero nada de ello le tentaba. Él soñaba con una vida aventurera. “Necesita tempestades: si se sigue el movimiento de la ola, ésta nos eleva”.
Valtelina
Por entonces la tempestad había estallado sobre la Valtelina. La Casa de Austria ocupaba Nápoles y Milán. Francia le disputaba la supremacía en Italia. Por un tratado firmado el 14 de febrero de 1623, España aceptaba el abandono de la Valtelina, cuya custodia se confiaría momentáneamente al Papa. Gregorio XV se veía obligado a enviar tropas a tal efecto. Por tanto, necesitaba un ejército, e hizo un llamamiento a los grandes señores de los Estados Pontificios. Entre ellos estaban los Colonna. Mazarino encontraba en todo ello su gran oportunidad, porque su protector hizo que se le diese una compañía de infantes. Julio se convertía en capitán de lansquenetes.
Continuará
Una pregunta, madame, ¿Mazarino fue el ardenal que sucedió a Richelieu como primer ministro? Interesante personaje, espero la segunda parte.
ResponderEliminarUn saludos
En efecto, monsieur, él es :)
ResponderEliminarEs muy conocido como cardenal, pero muy poco como capitán de infantería.
Feliz dia
Bisous
No has dejado con la miel en la boca, has escenografiado ta bien a los Colonna, sobre todo a Mazarino, que me haces temer un trágico final. Aunque pudiera ser feliz, pienso que a la mayoría de personas que les va tan bien en la vida, han de encontrarse en algun momento con algo que trunca para siempre sus vidas; ojalá esta historia sea la excepción; lo cual nos daría una gran alegría. Un gran abrazo
ResponderEliminarPena que nuestros entretenidos reyes no hubieran tenido ministros de la categoría de Mazarino, e incluso de su antecesor, Richelieu.
ResponderEliminarSaludos, y un abrazo.
Por mucho que lo afirmen los cronistas de la corte,, no me creo que Mazarino naciese peinado y con dientes, sería demasiado insólito y me rio por la ocurrencia.
ResponderEliminarNo conozco su trayectoria pero por lo que hoy leo me hago la idea de un joevn inteligente y con ansia de vivir la vida de forma apsionada, solo un Mazarino enamorado se podía dejar engañar con la treta de Jerónimo que fué muy acertada por cierto.
Pobre Mazarino, le estamos dandos muchos disgustos a costa de su intrigante sobrina.
Bisous, Madame.
Monsieur Drac, puedo asegurar que esta historia será, en efecto, la excepción. El joven capitán llegará muy lejos. Más de lo que él mismo sueña. Y sueña mucho!
ResponderEliminarFeliz dia
Bisous
Es que los ministros, monsieur, también hay que saber elegirlos. Al parecer no es tan fácil.
ResponderEliminarFeliz dia
bisous
Hubiera sido algo peculiar de ver, madame, jiji.
ResponderEliminarImaginese qué hubiera sido de nuestra corte sin la ocurrencia de Jeronimo, que nos hubiera privado de Mazarino! Ah, todas esas intrigas de la Fronda no serían lo mismo sin él.
Feliz dia, madame
Bisous
Madame,
ResponderEliminarsi el joven Mazzarino nació así y con tan tierna edad ya hacía gala de esas dotes e inteligencia, no cabía ya duda de que llegaría muy lejos.
Feliz tarde.
Asi es, madame. Indudablemente apuntaba maneras desde un principio.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Vaya si supo divertirse en su juventud. Beso su mano.
ResponderEliminarSu vida fue intensa desde el primer momento, monsieur. Nació con muy buena estrella.
ResponderEliminarFeliz dia
Bisous
Vaya...¡quien lo hubiera imaginado! No tenía ni idea, para mi era como si hubiera nacido ya cardenal y primer ministro...
ResponderEliminarCuánto se aprende en su blog, madame. Bisous
Alma,yo tenia la misma imprecion!! Pero ya vemos que la historia siemprenos sorprende!! Saludos!!!
ResponderEliminarMuy interesante historia de este personaje, espero la continuación con mucho interés.
ResponderEliminarUn beso.
Dese luego fue un hombre con los vientos a su favor, no sé si peinado y con dos dientes, pero es seguro que la flor la traía insertada...
ResponderEliminarMurió en la cama, con eso está demostrada su buenaventura, tras tantos lances y enemigos como tuvo en su vida.
Ya veo Madame de donde se forjo el carácter del Cardenal
ResponderEliminarEspero la continuación de esta historia...Como dice Alma me impresionaba que había nacido Cardenal
Saludos
Realmente sorprendentes las dotes que Mazarino ya mostraba en su infancia y juventud. No estaba hecho para servir a la Iglesia, pero, como sucedía con frecuencia en la época, muchos acababan yéndose a sus filas, aunque no tuvieran la menor vocación.
ResponderEliminarPor cierto, qué final más triste para la historia de amor con esa muchacha española.
Esperamos la segunda parte ¿no, madame?
Un saludo!
Me encanta descubrir esta faceta del cardenal, es muy interesante esta información para conocerlo más.
ResponderEliminarBisous, Madame
Así que nuestro amigo el futuro señor cardenal era un joven inteligente, impetuoso, que no desaprovechaba ninguna de las oportunidades que le brindaba la vida. Me imagino que el interés y la edad fueron templando sus bríos y le inclinaron por un mayor pragmatismo, lejos de las locuras de la juventud.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Supongo que un bebé que llega al mundo peinado y con dos dientes está predestinado para enamorar a una reina!
ResponderEliminarLástima que su predecesor - por comparación - siempre haya oscurecido un poco sus logros (jeje, ya sabe que yo soy más de Los Tres Mosqueteros que de Veinte Años Después).
Feliz tarde, Madame
OOHHH es un enorme blog...
ResponderEliminarSaludos, madame.
Desconocia esta faceta del cardenal Mazarinos y me cuesta hacerme de èl la idea de que fuera un joven que sufriera mal de amores (hasta el hecho de tener que abandonar Espana) o que el padre de su adorada le jugara una treta para mantenerlo bien alejado.
ResponderEliminarCuando uno se "acerca" a un personaje en la adultez de su vida, teniendo este la personalidad muy definida y firme, cuesta imaginar cualquier atisbo de flaqueza propio de la juventud.
Bisous Madame y apacible comienzo de semana.
¡Qué curiosos, Madame! ¡Cuántas cosas descubre uno en este blog maravilloso! Reciba, Mademe, mi admiración humilde y sincera.
ResponderEliminarParece que Mazarino, además de nacer con unas cualidades singulares, fue bien tratado por la vida. A lo mejor es que sabía aprovechar bien las oportunidades.
ResponderEliminarPor cierto, la triquiñuela de Jerónimo Nodaro es como para ponerle una medalla. Muy listo el posible suegro.
Es un verdadero placer volver a pasear por estos lares, Madame. Ya echaba mucho de menos este pozo de sabiduría.
Espero la continuación.
A sus pies.
Uy! juraría haber dejado un comentario antes :S ...decía que caprichoso es el destino que hacia que un súbdito del Rey de España, protegido de una familia pro-española como eran los Colonna y educado en España, acabase convirtiéndose en el peor enemigo de la Monarquía Hispánica. Muy interesante esta entrada.
ResponderEliminarUn beso.
BUENO EL JOVEN PROMETE MUCHA ACCIÓN, VEREMOS QUE SUCEDE...
ResponderEliminarSALUDOS MADAME
El citado Nodaro, por el apellido, no parece de orígenes españoles. Había, por ejemplo, muchos genoveses en la España del XVII. Es interesante el caso.
ResponderEliminarSaludos.
Si es que algunos parece que nacen ya con el capelo puesto, verdad, madame? Pero no, mire, lo suyo era el uniforme militar.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Bueno, era mucho más cardenal Richelieu en realidad, madame. Mazarino hacía lo que podía, pero no le sentaba del todo bien el habito.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Pronto estará lista, monsieur.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Los hay que nacen con suerte, madame, para que luego digan que la suerte no existe. Este hombre la tenía hasta en el juego.
ResponderEliminarBuenas noches, madame Amaltea
bisous
Monsieur Manuel,
ResponderEliminarno podía quedarse el cadenal sin su entrada también aquí, después del disgusto que le dimos en la novela :)
Buenas noches
Bisous
Bueno, madame, el solo se fue a las filas de la iglesia relativamente. En realidad nunca hizo los votos sacerdotales, aunque parezca extraño. Todo eso se verá el proximo día :)
ResponderEliminarBuenas noches, madame
bisous
Es la faceta mas autentica, madame. En realidad el capelo era más bien un disfraz.
ResponderEliminarBuenas noches
bisous
Así es, después se conformó con el lujo y el poder, que tampoco estaba mal. Pero nunca abandonó su pasión por el juego.
ResponderEliminarBuenas noches, monsieur
bisous
jijiji, monsieur, lo sé. Y la verdad que como Villano nadie puede hacer sombra a Richelieu. Mazarino resulta más creíble en el papel de víctima de la Fronda, epoca igualmente apasionante.
ResponderEliminarBuenas noches, monsieur Xibeliuss
Bisous
Muchas gracias, monsieur Igor.
ResponderEliminarBienvenido también por aquí.
Buenas noches
Bisous
Ya ve qué juventud tuvo el cardenal, madame Akasha. Pero la jugarreta no fue del padre de su amada, sino de su amigo, el hijo del principe Colonna, a quien no le parecía bien aquel arreglo para él. El padre de la chica estaba encantado con el proyecto de matrimonio.
ResponderEliminarBuenas noches, madame
bisous
Muchas gracias, monsieur francisco
ResponderEliminarbuenas noches
bisous
Monsieur Perikiyyo, me temo que he explicado mal la historia, les pido mil perdones. Jerónimo no era el señor Nodaro, sino el hijo del principe Colonna, a quien era preceptivo que solicitara permiso para contraer matrimonio, puesto que estaba a su servicio.
ResponderEliminarMuchas gracias, monsieur, y buenas noches
Bisous
Se ve, monsieur Carolus, que la monarquía hispánica no gozaba de la simpatía de Mazarino precisamente, ni de tantos otros por allá por Roma.
ResponderEliminarBuenas noches, monsieur
bisous
Madame, el joven nos va a proporcionar una inolvidable escena de acción, aunque despues quedara eclipsada por su capelo.
ResponderEliminarBuenas noches
bisous
Muy interesante lo que señala sobre el apellido, monsieur. Es posible que perteneciera a una familia de origen genovés, entonces, y que debido a ello se estableciera una corriente de simpatia entre italianos.
ResponderEliminarBuenas noches
Hombre en Roma con los miles y miles de dineros que se dejaba el Rey Católico en ayudar a las familias poderosas y cardenales varios caía bien, basta ver la monumental estatua de Felipe IV en Santa Maria Maggiore...lo malo era cuando se acababan los dineros :)
ResponderEliminarHola Madame
ResponderEliminarLa vida de tan ilustre caballeros merece la pena ser leída con lupa, más que nada para no perderse ningún detalle.
No he podido para de reir al leer que había nacido peinado y con dos dientes. Seguro que alguien lo creería y vería en ello algún alto designio.
Feliz noche, Madame.
Bisous.
jeje, ese es siempre el problema, monsieur, en efecto. Demasiadas veces las simpatias van unidas a don dinero, poderoso caballero.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Yo es que me imagino a Mazarino de recién nacido con raya al medio. Menudo susto debió de darle a su madre, de ser así, madame.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Madame: la he encontrado y la historia que he leído es como todas las que usted escribe: ¡Muy buena!!
ResponderEliminarNos seguiremos leyendo.
mariarosa
Así que Mazarino era un jugador empedernido... Quizá por eso resultó estar tan bien dotado para la política. En cuanto a los Colonna, para esa época ya habían tenido un Papa y pertenecía a la más rancia aristocracia negra(se llama así la que procede de la iglesia). Besitos, madame.
ResponderEliminarMadame María Rosa, muchas gracias y bienvenida a este espacio.
ResponderEliminarFeliz dia
Bisous
Daba la impresión de ir más sobre seguro, pero sí, era un jugador, y le gustaban las apuestas arriesgadas. Solían salirle bien.
ResponderEliminarCurioso nombre para la aristocracia eclesiastica. Suena siniestro!
Feliz dia, madame
Bisous
Genial entrada, esperando con ahínco la segunda parte, madame...
ResponderEliminarJuegos, vicios y adrenalina por las nubes, madame, y eso que tuvo una formación en el Colegio Romano, la casa matriz de formación de todos los jesuitas, que no era cualquier cosa. Y llegó lejos. Ya lo veremos. Que tenga una excelente semana. Bisous.
ResponderEliminarnació peinado y con dientes. qué apañado y cuánto había adelantado. si señora.
ResponderEliminares un placer caer en este chateau, madame. no sé porqué no lo hago más a menudo, con la de cosas interesantes que se aprenden aquí.
lansquenete, qué palabra.
bisous, madame!!
ay, otra cosa, así que había estudiado en alcalá de henares... encima luego mire como nos lo paga.
ResponderEliminarbueno, ya. no doy más la paliza.
saludos.
Fue un hábil diplomático y político con unas extraordinarias capacidades, llevó su inicial pasión por el juego al tablero de la política con gran fortuna y prestó grandes servicios a Francia, si bien nunca se le perdonó su origen extranjero. Fue generoso hasta el punto de legar toda su fortuna al estado francés cuando murió y era un fortuna importante que llegaban a 35 millones de libras.
ResponderEliminarDesconocía sus aventuras de juventud por completo, veo que sus inicios no tuvieron mucho que ver con lo que llegó a ser finalmente.
Fabulosa entrada Madame, un saludo :-))
Muchas gracias, monsieur Lorenzo.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
La buena instrucción que recibió era evidente, y bien que le vino en un futuro.
ResponderEliminarBuenas noches, monsieur
Bisous
Pues monsieur, venga, venga más a menudo, que ya sabe que está usted invitado, faltaría más.
ResponderEliminarO sea, que como yo estuve en la universidad de Edimburgo, se supone que tengo que traicionar a Francia siendo leal a Escocia? Curioso punto de vista, monsieur. Ni que le hubieran pagado los estudios los de Alcalá de Henares!
Buenas noches, monsieur
Bisous
Así es, monsieur Pedro, por eso me pareció interesante contar la parte de su vida en la que fue militar y no cardenal, esa parte tan desconocida.
ResponderEliminarMuchas gracias, monsieur, y buenas noches
Bisous
Una Juventuda apasionante y una vida repleta de "Aventuras" muchas más que las de momento soñaba. Se cumplió el buen augurio. Me encanta esto de que naciera repeinado y con dientes:)
ResponderEliminarSin duda alguien que influyó muchísimo sobre la corona francesa.
Bisous Madame
jeje, madame, el pobre bebé debía de asustar, si es verdad lo que cuentan.
ResponderEliminarQué cosas se llegan a decir sobre los que logran hacer después tanta fortuna!
Buenas noches
Bisous
pues si. no tengo más que decir. pues si. de bien nacidos es ser agradecido. ya está. :)
ResponderEliminarbuen día, madame!
Oiga, monsieur, el agradecimiento en todo caso sería de Alcalá de Henares a Colonna, que fue el que pagó todo y muy bien. Ni que hubiera sido al reves, no es por nada! Al capitán el país que le regaló cosas fue Francia. Y por asuntos que no tuvieron nada que ver con el derecho canónico, que de nada le sirvió en la vida por mucho desembolso que hiciera el Colonna.
ResponderEliminarYo voy todos los años a besar el suelo de Escocia y a renovar mis votos de eterna fidelidad, sí. Lo malo es que al haber estudiado en varios paises, en caso de conflicto belico no sé de qué lado alinearme. Bueno, no importa, combatiré en todos los bandos, y así seré leal a todos.
Feliz dia, monsieur
Bisous
madame, que también le digo una cosa: que no combatiendo tampoco se está mal.
ResponderEliminary que pagara quien pagara, no sé, la etapa formativa es muy importante para una persona. que luego Francia le pagara sus servicios o que Colonna fuera el que pusiera el dinero... pero... ¿y los vínculos afectivos? bueno, también habla de un cierto desengaño. no sé.
¿las damas que combaten por Escocia también llevan kilt?
respecto a lo otrom, está claro que a los italianos no les va a ganar nadie vendiendo la moto, pero hacer las cosas, y luego el 'vengan a verlo así, que acabado del todo no lo van a ver en la vida', tampoco es mal negocio.
buen día, madame!!
bisous!
No, ellas no llevan kilt. En todo caso, de hacerse necesaria mi intervención, me pondría mi traje de mosquetera, por supuesto, y me presentaría florete en mano.
ResponderEliminarUsted ahora centrese en la campaña turistica que tiene que hacer, ya sabe. A ver si se va a cargar la temporada en cierto sitio, y entonces voy para allá con el florete también, y se va a enterar usted.